Vuelve Marea. Vuelvo a Marea.


Aprovechando el nacimiento del nuevo bebé de Marea, "En mi hambre mando yo", escribo estas líneas sobre el grupo. Desde que inauguré este blog, hace ya más de un año, todavía no había dedicado ni una sola entrada a un grupo que siempre llevo conmigo.

Marea ha sido uno de esos grupos que he compartido con algunas personas muy especiales y que espera su momento siempre en estado latente a que vuelva a necesitar escucharlos. Hay temas de Marea que son inmortales, y no hace falta que los nombre aquí. Pero aún así, cada disco es un paso hacia adelante. Consiguen madurar sus letras cuando parece que ya está todo dicho. Consiguen amasar y perfeccionar con sumo cuidado más y más su marca, su sello.

Cuando vuelvo a escuchar aquella joven Patera, me parece tan lejano, tan adolescente...con la rabia contenida estallando en ese disco hacia todas direcciones y gritando a pleno pulmón que venían a quedarse. Y así lo hicieron.

Con Revolcón tuvieron a gran parte de su público en el bolsillo y absolutamente a su merced.
Y a partir de ahí, cada disco me ha parecido mejor y mejor cada vez. Sólo saben mirar hacia arriba, pisando el suelo duro de su experiencia y, de la mano de sus seguidores, cogen el impulso necesario para subir a los escenarios que esperan, ardiendo, tantas noches.

Todavía me faltan muchas escuchas de este último disco, pero sí puedo decir que si hay una canción que ha golpeado fuerte mis tímpanos y ha atravesado punzante mi cerebro ésta ha sido Plomo en los Bolsillos. Confieso que no puedo dejar de escucharla.

Me pasa con cada disco de este grupo. En las primeras escuchas, la mayoría de las canciones pasan desapercibidas, y poco a poco se van abriendo camino hasta que comprendo lo bueno de cada una de ellas y aprendo a valorarlas. Las letras, con su elaboración tan poética, reclaman atención, reclaman paciencia para lograr adentrarse en ellas. Sólo puedo aconsejaros que nunca cedais a lo fácil, no dejeis de escuchar a Marea desde dentro, desde la calma, porque, las guitarras están muy bien pero combinadas siempre con el desgarro en la voz de un Kutxi cada vez mayor, cada vez más maestro en el arte de gritar a la cara todo aquello que molesta, aquello que duele, aquello que pesa, y también aquello que pasa desapercibido por los ojos de los que nunca miran a su alrededor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bienvenidos

LOL i altres deliris

Las versiones no están tan mal.