Siempre he sido una nostálgica de lo que no he podido vivir.






Podría haber estado allí. Sus ojos lo dicen. Su maquillaje lo cuenta. Su voz lo canta. Su estética vintage transporta a una época dónde su voz no es extraña.

Y cómo un ángel caído, aterriza aquí con joyas como Young and Beautiful o Gods and Monsters bajo el brazo. Tristeza y entereza tejen su voz a partes iguales.

Hace tiempo que reina en todas mis listas de reproducción. Y ahora ha pasado a formar parte también de mis clases de danza. Me gusta trabajar con ella. Es extraño como la llego a considerar parte de mi intimidad. Ha pasado muchas noches conmigo.

Siempre he sido una nostálgica de lo que no he podido vivir. Ella me trae un poco de Elvis, de "Lord, have mercy", un poco de rock'n roll con una tendencia decadente y deteriorada que me atrae y potencia mi creatividad al crear coreografias con su música. Una locura incorrecta de lenguaje directo que atraviesa y arranca cosas.

Ride es un vídeo que debería ser obligatorio ver. Cuando estudié guion, nadie me mostró este tipo de trabajos. Aunque yo lo pidiera a gritos. El hecho de "mostrar" en imágenes una canción, me parece una gran responsibilidad que no debería quedar en el limbo de las cosas que, se supone, podrías hacer si quisieras. No. Yo creo en el talento y cosas como ésta me confirman que existe. El texto, escrito por Lana del Rey, me ha conmovido siempre, desde la primera vez que lo vi y escuché, recitado por su dolida voz. Me parece un trabajo maravilloso a todos los niveles y me he decidido a compartirlo después de algunos años. Quizás porque parte de mi trabajo ahora consiste precisamente en crear también partiendo de una canción, no lo sé.

Lana del Rey es muy necesaria en el mundo si se trata de que sea más interesante. Incluso cuando se encarga del tema principal de una peli, hace de ella un trabajo mucho más exitoso. La importancia de la música, una vez más: MaleficientThe Great Gatsby.

Se la debía. Debía esta entrada a una artista que me transporta, me conmueve, me lleva y me arrastra insolente. Y yo, sin fuerzas para defenderme me suelto, ruedo por el suelo, me hiero, me encojo, en la danza continua a la que ella, a su antojo, me somete.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las versiones no están tan mal.

Terminar lo que empecé, para poder empezar, finalmente

En nada, carteles de "Aplause" en los conciertos