"En un punto entre San Cosme y San Damián..."

Todo lo que sabía de laberintos lo había aprendido jugando. O eso creía, porque la verdad es que salí de la exposición "Per Laberints" bastante sorprendida. Aterrizé en el CCCB por una propuesta de un compañero de guión para ir juntos a verla. Él era el principal interesado por cuestiones académico-creativas, pero el caso es que fuimos tres (a cual más peculiar) y a los tres, como era de esperar, nos gustó lo que vimos. Si nos ponemos estrictos, exposiciones hay muchas y muy distintas, y esta no destacaba en ese sentido. Pero sí estaba bien lograda y te metía, sin que a penas repararas en ello, literalmente dentro del laberinto, complicándose el camino a medida que llegaba el final de la exposición, llevándote a salas en las que, de repente, había que retroceder para poder continuar. La mezcla de material fotográfico y audiovisual con obras maestras de la antiguedad formaban una unión en perfecta sintonía con las paredes emulando los setos artificiales por los que resultaba i...